Este pasado puente de Andalucía, entre los días 27 de febrero y 3 de marzo, los Benbasianos fuimos a comprobar lo que dicen de Nápoles y sus entornos históricos en un viaje coordinado por nuestro compañero Basilio Moreno. Empezamos por visitar Pompeya, donde revivimos con nuestra imaginación a Lydon el gladiador en sus días gloriosos, Glaucus el Ateniense, ambos competían por el amor de Lone, y la humilde y ciega esclava Nydia. Pero donde más disfrutamos fue en Herculano, cuidad fundada por Hércules al volver Hispania, en esta ciudad si parece haberse detenido el tiempo y en cualquier esquina parecía te cruzaría a Teléfo. Aunque lo primero que ves es a los Fornicis, en los abandonados tinglados del muelle de la ciudad.
En Nápoles nos maravilló el paseo para conocer la ciudad con elementos como la Catedral, el Castel Nuovo o la Plaza del Plesbicito pero sobre todo nos embaucó y hechizó la capilla de Sansevero o Iglesia de Santa maría de la Piedad, con obras de Giuseppe Sanmartino, Antonio Corradini y Francesco Queirolo. Imposible explicarlo, hay que verlo para disfrutarlo. No nos perdimos un recorrido por los subsuelos de Nápoles, de aljibe en aljibe conociendo el acueducto grecoromano vimos un lugar donde Nápoles también vivió y sobrevivió durante la guerra.
Un recorrido por la costa Amalfitana nos mostró un paisaje digno de novela, jugando con la costa y la montaña que nos llevó a la catedral de San Andrés en Amalfi, de estilo normando y que ha sido remodelada varias veces, añadiendo elementos románicos, bizantinos, góticos y barrocos.
Por último, imprescindibles conocer el Museo Arqueológico Nacional y la Cartuja de San Martino, espléndidos centros artísticos de la ciudad. En todo momento tuvimos un elemento común, el caos de la circulación y el tráfico, una masa de vehículos y personas recorren las calles sin parar. Conclusión cuatro días magníficos, y lo mejor LOS BENBASIANOS, amigos de por siempre. Viajeros y no viajantes.