AHMAD BEN BASO

Ahmad Ben Baso fue uno de los pocos arquitectos musulmanes de los que conservamos su nombre. Citado en las fuentes como "jefe de los que edificaban en Al-Andalus" e "inspector de los constructores y alarifes" era de probable origen hispánico. Su primera actuación se documenta en la reconstrucción de Gibraltar en 1160.

Más tarde, en 1162, aparece dirigiendo los trabajos de reparaciones en Córdoba.

En 1171 Abú Yaqub Yusuf, el Amir al-Muminin, le ordenó construir los palacios de la Buhayra junto a la Puerta de Yahwar. Estos palacios superaron en belleza a los palacios de Al-Tawnaq y del Al-Sadir, considerados en aquellos momentos símbolos de la belleza arquitectónica.

Unos años después, nuestro arquitecto fue encargado de delinear la nueva mezquita aljama del califa antes mencionado. En su edificación trabajaron arquitectos de toda Al-Andalus, Marrakech y Fez, así como distintas clases de artesanos, como era tradición en esta clase de construcciones.

Tras un alto en las obras de la mezquita, y tras la llegada de Abu Yusuf al poder se reiniciaron los trabajos, renunciando el nuevo califa a construir la muralla de la alcazaba y ordenando la construcción del alminar. Así pues, Ben Baso abrió los cimientos de lo que más tarde será conocida como La Giralda "y encontrando un manantial, lo segó con piedras y cal". La cimentación fue realizada con piedra llamada "tayun al cadi", traída del muro del alcázar de Ibn Abbad, y comenzó a levantarse sin escaleras, colocándose en su lugar una rampa, de manera que pudiera subirse sobre una cabalgadura.

La edificación de la zona sufrió un paréntesis con la destitución del gobernador Ibn Sacid y es en este momento cuando perdemos la pista al "jefe de los arquitectos", pues cuando unos meses más tarde, (1188-1189), el gobernador decidió la reanudación de las obras, ya estaba Alí de Gomara al frente de ellas, por lo que debemos deducir que en ese tiempo debió fallecer.